viernes, 27 de marzo de 2009

El mejor bailarín del mundo

Vaslav Nijinsky literalmente saltó a la fama en San Petersburgo en 1907, cuando a la edad de 16 años, bailó un solo por primera vez en público. El auditorio enloqueció y lo aclamó como "la octava maravilla del mundo".
Tuvo un éxito enorme en su vida. La ligereza y expresividad de su estilo, su belleza física, su virtuosismo y talento dramático asombraron a todos los que lo vieron bailar. Pero lo que volvía frenético al público era su extraordinaria habilidad para elevarse a gran altura y, en un aparente desafío a la fuerza de gravedad, permanecer en el aire antes de tocar el suelo. Como decían sus admiradores, Nijinsky se elevaba "como un cohete... y descendía como una pluma".
Donde más se vio la superioridad de este bailarín fenomenal fue en la presentación en París de "El espectro de la rosa", ballet creado especialmente para él en 1911. Vestido con un taje cubierto de pétalos de rosa, ejecutó un salto espectacular desde una ventana al escenario. Sedice que su ayuda de cámara hizo una fortuna vendiendo los pétalos de su vestimenta.
No fue ajeno a la polémica. Por ejemplo, en 1912 su coreografía erótica para "La siesta del fauno" disgustó a muchos y encantó a otros. Los críticos hablaron de "un fauno lascivo, obsceno, de movimientos vulgares"; no obstante, el espectáculo fue un éxito. Y cuando se pidió a la policía de París que impidiera más funciones a causa de la supuesta obscenidad, se negó a hacerlo.
Un año después, "La consagración de la primavera", para la cual Nijinsky creó la coreografía con un estilo de avanzada para la no menos revolucionaria música de Igor Stravinsky, provocó insultos, abucheos, silbidos y peleas entre el público parisino, que ahogó la música e hizo que varios bailarines lloraran. Sin embargo, hoy se considera uno de los clásicos del ballet moderno.
La carrera de Nijinsky como bailarín y coreógrafo fue efímera. En 1916 sufrió una depresión nerviosa, y antes de un año se le diagnosticó esquizofrenia. Tras una última presentación privada, en 1919, dejó el ballet. Aunque murió en Londres en 1950, la leyenda perdura.

Fuente: Reader's Digest

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