martes, 31 de marzo de 2009

Juan Moreira

Juan Moreira nació en el partido bonaerense de La Matanza, su fecha de nacimiento es desconocida. Su vida estuvo llena de injusticias y se la ha considerado como representativa de las sufridas por el gaucho argentino, injusticias que lo llevarían a la muerte en abril de 1874 en Lobos.
Durante cerca de treinta años llevó una vida tranquila en su rancho, dedicado a la siembra y la cría de ganado. Era un hombre alto y fornido que tomaba poco alcohol y no frecuentaba las pulperías; tenía buenos modales y era buen guitarrista, actitudes que hicieran que su futura esposa, Vicenta, se enamorara de él, y se casaran con el consentimiento del padre de ella, hombre muy respetado en el lugar.
Casualmente el casamiento sería el inicio de todos sus problemas ya que el Teniente Alcalde de la zona, conocido como Don Francisco, quien también pretendía a Vicenta, empezó a perseguirlo acusándolo de hechos injustificables. La primera multa que recibió de Don Francisco fue por la celebración de la fiesta de casamiento sin su autorización, por la que tuvo que pagar 500 pesos.
Por esos días Moreira le había prestado a Sardetti, al almacenero del pueblo, unos 10.000 pesos. Como éste no devolvía lo prestado, Moreira, sin documentación que lo avalara, presentó la denuncia ante el Teniente Alcalde. No se sabe con certeza si Sardetti y Don Francisco se habían puesto de acuerdo, pero el almacenero negó la deuda y Moreira fue castigado con 48 horas de cepo, acusado de reclamar lo que no era suyo. Indignado por la situación, le juró a Sardetti una puñalada por cada mil pesos que le debía. Cumplió su juramento en un duelo a cuchillo en el propio almacén de su deudor y a su regreso al rancho tuvo que pelear contra Don Francisco y cuatro soldados que lo acompañaban En el enfrentamiento Don Francisco y dos soldados perdieron la vida.
Fue a partir de este acontecimiento que empezó a ganar fama en la región. Tuvo más peleas, que siguió ganando, muchas de las cuales eran desafíos de otros gauchos que querían probar su destreza.
Con el tiempo empezó a trabajar como guardaespaldas de políticos a cambio de "limpiar su nombre", promesa nunca cumpida.
Tenía sólo un caballo, un pequeño perro llamado "Cacique", un poncho, dos trabucos y un facón característico por la forma de C de su guardamonte. Recorrió las ciudades de Navarro, Las Heras, Lobos, 25 de Mayo, y pasó algún tiempo en las tolderías del cacique Coliqueo.
En abril de 1874 el juez de paz de Lobos, Casimiro Villamayor, por orden del gobernador Mariano Acosta, envía 25 hombres que, al mando del comandante Bosch, perteneciente a la policía de Buenos Aires, lo rodean en el almacén y pulpería "La Estrella". Juan Moreira peleó con todas sus fuerzas, pero justo cuando estaba a punto de escalar la tapia que lo separaba de su caballo es herido por el sargento Chirino, quien le perfora el pulmón izquierdo. Sin embargo, alcanza a disparar con su trabuco por lo que Chirino pierde un ojo; Moreira cae, logra levantarse y hiere a Eulogio Varela.
Juan Moreira muere y de esta forma se convierte hasta estos días en uno de los personajes populares más conocidos de la Argentina.
Sus restos mortales se encuentran en el cementerio de Lobos. En el museo "Juan Domingo Perón" situado en la misma ciudad, se pueden apreciar algunos de sus efectos personales, como su daga, y también su cráneo.


Cartel de la Película "Juan Moreira" de Leonardo Favio

lunes, 30 de marzo de 2009

Caballo Loco, un coloso en construcción

¿QUIÉN FUE CABALLO LOCO?

Tasunka witko (“Su-Caballo-es-Loco”, en lengua sioux), o Caballo Loco (en su traducción del inglés Crazy Horse), nació el 4 de diciembre de 1840 y murió el 5 de septiembre de 1877, era jefe de los Sioux Oglala, tribu famosa por el valor de sus guerreros en las batallas.Reconocido por su propio pueblo como un dirigente visionario comprometido con la preservación de las tradiciones y los valores sioux, llevó a su pueblo a una guerra contra los blancos para recuperar sus tierras. Su nombre le fue dado por soñar con un caballo salvaje.
Cuando los colonos y el ejército de Estados Unidos se lanzaron a la invasión del territorio indio, Caballo Loco, junto con Toro Sentado y Nube Roja, formó una alianza para combatirlos. Dotado de gran capacidad táctica y destreza en el combate, infligió una dura derrota al ejército en Fetterman con el General Adrián Vicente a la cabeza (1866). La presión de los colonos y los constantes enfrentamientos que provocaban los indios, empujaron al gobierno a establecer un tratado de paz en Fuerte Laramie en 1868, en el que asignaba a lakotas y cheyennes terrenos propios bajo su jurisdicción. Sin embargo Caballo Loco no aceptó el acuerdo, marchando con su pueblo fuera de la gran reserva sioux que fijara el gobierno.
Para someter a éste y otros pueblos situados fuera de los límites, se emprendió una gran campaña militar en 1876, en la que se produjeron las victorias indias de Rosebud River y Little Big Horn, en esta última moriría el famoso general Custer. La presión del ejército obligó a Caballo Loco a rendirse, siendo confinado en Fort Robinson. A las pocas semanas, el 5 de septiembre de 1877, murió asesinado a bayonetazos.




EL COLOSO



Crazy Horse Memorial Sculpture, la que va a ser la escultura más grande del mundo, en Black Hills, Dakota del Sur, USA, medirá 195 m de largo por 172 m de altura.




El perfil ceñudo de Caballo Loco se adivina desde lejos, encaramado a aquella mole de roca que cabalga con brío sobre el verde mar de las Colinas Negras. Su rostro gigante, perfectamente pulido sobre el granito, es tan alto como un edificio de nueve pisos. Su brazo extendido, apuntando al infinito, abarca lo que un campo de fútbol. Aunque lo más arduo será dar forma al caballo, la cabeza medirá 27 m. El artista que quiso dedicar al gran jefe indio la estatua más colosal de la Tierra se llamó Korczak Ziolkowski. 60 años han hecho falta para quitarle 8 millones de toneladas de piedra a la montaña, y pasarán quizá otros tantos más para que veamos al coloso completo, en el que siguen trabajando Ruth, la mujer del artista, y siete de sus diez hijos.



Korczak Ziolkowski con su maqueta
Ziolkowsky tuvo la idea de hacer algo distinto a los bustos de los presidentes del Monte Rushmore, algo imponente y desafiante. El escultor hizo un boceto que llegó al alma de los sioux: Caballo Loco, a lomos de su corcel y apuntando con el brazo izquierdo "a las tierras donde yacen sus muertos". La obra comenzó en mayo de 1948. La primera explosión hizo saltar por el aire 10 toneladas de granito. Despacio, aunque seguro, el escultor fue ganándole la batalla a la montaña a golpe de dinamita. Subsistía a base de donaciones, rechazó una millonaria subvención del estado porque no quería que se apropiaran de su proyecto y traiconaran la causa india.

Ziolkowski, herido de muerte por su amor a la que consideraba su montaña: decenas de huesos rotos, cuatro operaciones de espalda, artritis crónica, dos ataques al corazón... muere en 1982. Antes de morir tiene energías para ayudar a sus hijos a dibujar sobre la roca la silueta del caballo. Su mujer, Ruth, toma entonces el mando, y se compromete a seguir su sueño. Decidieron terminar la cabeza y tenerla lista para el 50 aniversario. Las voladuras comenzaron en lo más alto de la montaña a principios de 1990. Un equipo de alpinistas, adiestrados en el manejo de los martillos neumáticos y las antorchas, comenzó a pulir la frente y a descender hacia las cejas. En el verano del 91, Caballo Loco, abrió por primera vez los ojos, de dos metros de alto por seis de ancho cada uno. En la primavera del 94 emergió la prominente nariz. Dos explosiones simétricas perfilaron los pómulos en 1995, y del 96 al 98 se trabajaron los labios y el mentón. Con una mano de fuego barnizaron de rosa el granito, y la cabeza estuvo lista para el cincuentenario. Fue el 2 de junio de 1998 con la familia Ziolkowski a pleno.

"No me cabe duda de que el sueño de Korczak continuará adelante", afirma Ruth. "Ahora empezaremos con el caballo, y puede que nos lleve una o dos generaciones acabarlo. Tal vez sean los nietos de mis nietos quienes lo acaben, quien sabe", concluye. El monumento a Caballo Loco rivaliza ya con el de los presidentes en el Monte Rushmore, y atrae todos los años a más de un millón de visitantes. Paradojas del destino, para llegar a él, no hay más remedio que orientarse buscando el pueblo dedicado a su encarnizado enemigo, el general Custer.

Así se verá una vez terminado:

sábado, 28 de marzo de 2009

Las 10 estatuas más grandes del mundo

A la pregunta de cuál es la estatua más alta el mundo, muchos pensarán en la Estatua de la Libertad, quizá la Esfinge de Gizeh, o el Cristo del Corcovado. Si bien son célebres, ninguna de ellas es la más alta. Por más de 1250 años, esta distinción correspondió al Buda Dafo de Leshan, China. Dede su construcción en el año 713 había sido inalcanzable, hasta que en 1967 el título la fue arrebatado por La Patria LLama, ubicada en Volgogrado, Rusia. Pero aún ésta ha quedado chica al lado de los colosos de la actualidad. En este momento se encuentra en construcción la que sería la escultura más grande de la historia: el Monumento a Caballo Loco, a la cual me referiré en una entrada aparte.
A continuación les muestro imágenes de las 10 más altas de la actualidad:

1.- USHIKU (JAPÓN) - 120 METROS

2.- SANYA (CHINA) - 108 METROS
3.- EMPERADORES Y Y YANDI (CHINA) - 103 METROS
4.- PATRIA (UCRANIA) - 102 METROS

5.- PEDRO EL GRANDE (RUSIA) - 94 METROS


6.- LA PATRIA LLAMA (RUSIA) 85 METROS

7.- BUDA DAFO DE LESHAN (CHINA) - 71 METROS

8.- BUDA DE BAMYAN (AFGANISTÁN) - 55 METROS

9.- ESTATUA DE LA LIBERTAD (EUA) - 47 METROS

10.- CRISTO DEL CORCOVADO (BRASIL) - 32 METROS

viernes, 27 de marzo de 2009

El mejor bailarín del mundo

Vaslav Nijinsky literalmente saltó a la fama en San Petersburgo en 1907, cuando a la edad de 16 años, bailó un solo por primera vez en público. El auditorio enloqueció y lo aclamó como "la octava maravilla del mundo".
Tuvo un éxito enorme en su vida. La ligereza y expresividad de su estilo, su belleza física, su virtuosismo y talento dramático asombraron a todos los que lo vieron bailar. Pero lo que volvía frenético al público era su extraordinaria habilidad para elevarse a gran altura y, en un aparente desafío a la fuerza de gravedad, permanecer en el aire antes de tocar el suelo. Como decían sus admiradores, Nijinsky se elevaba "como un cohete... y descendía como una pluma".
Donde más se vio la superioridad de este bailarín fenomenal fue en la presentación en París de "El espectro de la rosa", ballet creado especialmente para él en 1911. Vestido con un taje cubierto de pétalos de rosa, ejecutó un salto espectacular desde una ventana al escenario. Sedice que su ayuda de cámara hizo una fortuna vendiendo los pétalos de su vestimenta.
No fue ajeno a la polémica. Por ejemplo, en 1912 su coreografía erótica para "La siesta del fauno" disgustó a muchos y encantó a otros. Los críticos hablaron de "un fauno lascivo, obsceno, de movimientos vulgares"; no obstante, el espectáculo fue un éxito. Y cuando se pidió a la policía de París que impidiera más funciones a causa de la supuesta obscenidad, se negó a hacerlo.
Un año después, "La consagración de la primavera", para la cual Nijinsky creó la coreografía con un estilo de avanzada para la no menos revolucionaria música de Igor Stravinsky, provocó insultos, abucheos, silbidos y peleas entre el público parisino, que ahogó la música e hizo que varios bailarines lloraran. Sin embargo, hoy se considera uno de los clásicos del ballet moderno.
La carrera de Nijinsky como bailarín y coreógrafo fue efímera. En 1916 sufrió una depresión nerviosa, y antes de un año se le diagnosticó esquizofrenia. Tras una última presentación privada, en 1919, dejó el ballet. Aunque murió en Londres en 1950, la leyenda perdura.

Fuente: Reader's Digest